Nuestro homenaje a Patches O’Houlihan

La muerte de un caballo de carreras siempre toca las fibras de quienes amamos este deporte. Sabemos que, como todo ciclo de vida, las cosas tienen su inicio y un final. Cuando estas noticias ocurren y en algunos casos de manera inesperada, el impacto es mucho más grande, si se trata de un ídolo del público.
El pasado jueves en horas de la noche, recibimos la noticia del deceso de Patches O’Houlihan (Reload), el campeón del hipismo en Canadá. Una fractura que surgió después de su última victoria en el Highlander Stakes G2, provocó complicaciones que derivaron en la decisión de aplicarle la eutanasia, en vista del informe de los médicos veterinarios, según lo reflejado en la nota de Ron Gierkink de Daily Racing Form.
Patches O’Houlihan no era cualquier corredor, era el Caballo del Año 2024. Su maravillosa campaña realizada durante el año pasado de cinco salidas con cuatro primeros (todos ellos selectivos), le hicieron merecedor de tal distinción. En total, participó 16 veces (12 en pista sintética, 4 sobre grama) con 13 victorias y $853,848.
El hijo de Reload en Maythefourbwithyou (Silent Name (Jpn)) fue entrenado por Robert Tiller para los colores de Frank Di Giulio Jr., que también fue su criador, este fenomenal purasangre se convirtió en la sensación cada vez que salía a la pista de Woodbine. La constancia de su campaña fue tal, que apenas perdió tres carreras, manteniendo rachas de triunfos llamativas, como la que cosechó desde el 21 de mayo hasta el 16 de septiembre de 2023, donde obtuvo seis lauros al hilo.
Más allá de escribir sobre los logros de Patches O’Houlihan en nueve eventos selectivos, estas líneas son dedicadas a la nobleza y valentía que demostró durante su paso por este mundo. Verlo en competencia significaba no sólo un cúmulo de emociones que generaba, sino también, toda la energía que transmitía cuando con una velocidad increíble, mantenía al margen a sus oponentes desde que se abrían las compuertas del Starting Gate.
Lo que menos nos imaginamos en la recta final del Highlander G2T, es que Patches O’Houlihan terminaría lesionado. Al entrar en la tierra derecha, comenzó a irse hacia afuera. Sofía Vives, la extraordinaria jocketa que lo montó en sus últimos siete compromisos, luchó para mantenerlo al frente, a pesar del serio acoso que tuvo por parte de My Boy Prince, regalándonos un tramo decisivo de leyenda.
La particularidad de Patches O’Houlihan, es que sin ser un ganador de Grado 1 se robó el corazón de muchos aficionados de todos lados del mundo. El impacto que tuvo en las carreras de Woodbine fue tremendo. Fanáticos del hipismo y organizaciones mostraron sus palabras de dolor en redes sociales, ante la infausta noticia de su muerte.
El hipismo estará siempre en deuda contigo, “Patches”. Quienes te seguimos, recordaremos tus gloriosas hazañas. Ahora, tocará descansar en ese lugar desconocido que imaginamos, es una pradera infinita llena de los más preciados campeones de la historia. Desde DRF en Español enviamos palabras de fortaleza a su propietario, entrenador y allegados, así como a la comunidad hípica canadiense.