Edgar Prado, una historia de superación y amor por su profesión
Edgar Prado Julca ha sido un gran exponente latinoamericano en la hípica de los Estados Unidos. El jinete oriundo de Perú (Lima), y recientemente retirado de la profesión, tuvo una carrera sobresaliente en Norteamérica, e incluso en otras latitudes, llevándolo a resaltar en múltiples eventos internacionales. Fue exaltado al Salón de la Fama de la Hípica Norteamericana en 2008 y es también recordado por ser el guía de Barbaro en el Kentucky Derby de 2006, año donde igualmente ganó los honores del Premio Eclipse.
Prado salió de una familia hípica pero, sobre todo, numerosa; razón por la cual ante unas condiciones económicas adversas, Edgar forjó un carácter que le permitió avanzar con éxito en la vida; recuerda dicha época como una oportunidad para ser agradecido y ser resiliente según las dificultades, con pundonor para salir adelante con trabajo y voluntad. Su padre estuvo involucrado siempre en la hípica y soñaba con ser jinete pero finalmente fueron 2 de sus hermanos, Anibal y Jorge, quienes se iniciaron y despuntaron en la profesión. Edgar, uno de los hermanos menores, se sumó un tiempo después a los 16 años de edad.
Prado ganó su primera carrera en Lima en octubre de 1983 (16 años) a bordo del caballo Tatín y empezó a ganar carreras con frecuencia en corto tiempo, hecho que le llevó rápidamente a ser uno de los jinetes más importantes en el hipódromo de Monterrico. En 1986 emigró a Estados Unidos de la mano del entrenador Manuel Azpúrua Sosa para trabajar en Calder (Florida). El 1ro de junio de 1986 ganó su primera carrera con Single Love y poco tiempo después se mudó a Massachusetts para montar en dicho circuito, principalmente Suffolk Downs; esto antes de seguidamente asentarse en Maryland, donde finalmente se logró hacer un nombre en el ámbito nacional. Su primera victoria de grado llegó en 1988 (Hawthorne Derby G3) con Pappas Swing; año donde precisamente por primera vez ganó más de 100 carreras (153) y de ahí en adelante siguió un progreso exponencial. En 1997 ganó 535 carreras, el cuarto en la historia en superar las 500 victorias en un año calendario, hecho que lo catapultó a ser nominado al Eclipse Award donde estuvo entre los finalistas con Gary Stevens y Jerry Bailey.
En 1999 Prado dio un salto más en su carrera al mudarse a Nueva York donde ganó 11 estadísticas.
En lo que a la Triple Corona respecta, Prado en 2002 ganó el Belmont Stakes G1 con Sarava, la sorpresa más grande en la historia del evento (70-1); y en 2004 -con Birdstone- acabó con las pretensiones de Smarty Jones por la Triple Corona. Pero el momento más dulce de Prado en los eventos de la reconocida trilogía llegó en 2006 con Barbaro, ganando por 6 ½ cuerpos el Kentucky Derby G1, la ventaja más amplia en 60 años.
Ese triunfo, más allá de la victoria soñada en un Derby, representaba algo mucho más especial para Prado, quien lidiaba personalmente con los problemas de salud de su madre, quien falleciera ese mismo año de 2006. Todo esto sin contar lo sucedido en el mal recordado Preakness Stakes donde el pupilo de Michael Matz se lesionó gravemente de uno de sus miembros e iniciara una batalla por su vida que culminó por laminitis.
Prado recuerda a Barbaro como “una máquina”. En una conversación con un miembro de la Armada Estadounidense, este le preguntaba a Prado qué se sentía montar un caballo como Barbaro, a lo cual Prado contestó que sin conocer cómo sería estar arriba de un Jet F-16, él considera que conducirlo era lo más parecido a estar encima de un avión de ese tipo; respuesta que Prado emitió sin saber que esta persona con quien conversaba era un miembro del escuadrón de los Blue Angels, y quien posteriormente invitó al jinete peruano a efectivamente subirse a uno de estas particulares aeronaves.
Prado en primera persona narra su historia de amor con Barbaro a través del libro autobiográfico My Guy Barbaro, publicado en 2008 en compañía del autor John Eisenberg.
También sumó los premios George Wolf y Mike Venezia además de ganar 5 carreras de Breeders’ Cup. Se retiró a inicios de este año alcanzando 7,119 triunfos en Norteamérica con un poco más de $272,000,000 en premios.