Oficial: La Clase 2025 del Salón de la Fama que ya son leyendas

En épocas de ceremonias de exaltación al Salón de la Fama, el turno del hipismo le correspondió este viernes 1 de agosto. El Museo Nacional del Hipismo ubicado en Saratoga Springs, presentó la denominada Clase 2025 que hizo su ingreso de manera oficial.
En acto moderado por el reconocido narrador hípico Tom Durkin, tres purasangres, dos propietarios-criadores, un entrenador y un periodista e historiador, fueron recordados por el público. Su significación para la industria hípica fue mucho más allá de las carreras ganadas y los logros profesionales, en el caso de los humanos.
Como cada año, estos eventos son cargados de mucha emotividad, pues genera alegría ver de cuerpo presente a los representantes de los purasangres y los propios profesionales elevados al olimpo de las leyendas. El caso más palpable fue el de Smarty Jones, todo un orgullo del estado de Pennsylvania, cuyas figuras que lo acompañaron en cada éxito -y en cada derrota- estuvieron compartiendo con los asistentes y medios ese viernes.
La dueña y criadora de Smarty Jones, Pat Chapman, así como el jinete Stewart Elliot y el entrenador John Servis (ambos activos), estuvieron en el Pabellón de Ventas de Fasig-Tipton en Saratoga, lugar donde siempre se realiza estas legendarias ceremonias. Ellos contaron además con una nutrida representación de aficionados hípicos que viajaron desde Pennsylvania para observar el histórico momento donde uno de sus máximos atletas, era oficialmente una leyenda.
Smarty Jones, hijo de Elusive Quality en I’ll Get Along, tiene una historia que conquistó corazones con su magnífica campaña. Invicto en ocho salidas, contando sus victorias en el Kentucky Derby G1 y el Preakness Stakes G1, fue un potro que rompió con los esquemas, pues su desempeño en la pista solo parecía estar reservado a los nacidos en Kentucky y lo logró un equino nacido fuera de este estado, algo similar a lo que ocurrió con Secretariat, nativo de Virginia. Esa racha de triunfos se vio truncada por la derrota que le propinó Birdstone (Grindstone) en el Belmont Stakes G1. Por esas cosas del hipismo, esta semana se disputará el Birdstone Stakes en Saratoga.

El Comité Histórico incluyó dentro de esta ceremonia a dos caballos que bien pudieramos denominar “de hierro”: Hermis (Hermence), que corrió desde 1901 a 1905 fue titulado Caballo del Año dos veces, Campeón de 3 años y Campeón Maduro dos veces, con récord de pista, 14 Stakes y victorias en ocho hipódromos, soportando más de 132 Libras en cuatro de sus triunfos. El otro es Decathlon (Olympia), correspondiente a la mitad del Siglo XX, el cual implantó récord de pista en tres hipódromos y ganó ocho carreras con handicap de 130 Libras o más. Como verán, el término de “caballo de hierro” es perfectamente aplicable. Ya no salen purasangres de tanta resistencia como estos dos y su inclusión en el Salón del Fama, además de ser un justo reconocimiento, llama a la reflexión sobre a dónde se dirige la cría, cuando falta mucho menos para entrar a la tercera década del Siglo XXI.
El tributo a las figuras de George H. Conway, el entrenador de War Admiral que también está en el Salón de la Fama, así como a Arthur Hancock III, fundador del Stone Farm y representante de la estirpe de los Hancock por intermedio de su abuelo y padre que llevaron el mismo nombre, así como Richard Ten Broeck, criador en el Siglo XIX y que fue el primer propietario norteamericano que ganó una carrera en Inglaterra por intermedio de su representada Prioress, la cual protagonizó un empate triple en el Cesarewitch Stakes en 1858, además de Edward L. Bowen, periodista, historiador y filántropo, fallecido en enero de este año, cuyo legado está plasmado en más de 20 Libros que escribió, hacen no solo conocer mucho más del aporte de estas personas que dedicaron su vida al hipismo hasta el día de su muerte en el caso de George H. Conway, Richard Ten Broeck y Edward L. Bowen, sino también ver cuán grande es esta industria que, pasarán los años y tendremos siempre personas especiales dentro del hipismo colocando su aporte para que este deporte sea cada día mejor, a pesar de todas las dificultades de orden interno que se presenten.